Asombra, ciertamente, esta precoz observación del Inca Garcilaso de la Vega en el umbral del siglo XVII, adelantándose a los estudiosos de la antropología moderna, como Frazer, Levy-Straus, Marcel Mauss, etc. En el Cuzco había tenido como ayo a Juan de Alcobaza y como preceptores a seis o siete maestros de latines, entre ellos el Licenciado Juan de Cuéllar, Canónigo de la Catedral del Cuzco. cuanto pudiera concurrir, cernido y seleccionado, para la reconstrucción de la verdad histórica. A juicio de José Miranda, en el prólogo al Sumario de la Natural Historia de las Indias de Gonzalo Fernández de Oviedo, tres ramas cabe distinguir en la historiografía renacentista: «la humanista, de los Bruni, los Coccio; la realista, de los Barros, los Cieza de León, y la política, de los Maquiavello, los Guicciardini. La formación humanística de Margarit fue expresión directa de sus continuas y dilatadas estancias en Italia. El período comprendido entre 1560 y 1616, es decir entre su viaje a España hasta su fallecimiento en Córdoba, fue decisivo en la formación intelectual del Inca Garcilaso de la Vega1. See more of An old drea films on Facebook Sin embargo, la imitación del modelo greco-latino entre los historiadores españoles viene de más lejos. Así, pues, la propuesta de Roma como cuna de un gran imperio, núcleo indiscutido de la civilización madre de la cultura de Occidente, es asimilada con naturalidad por el Inca como el molde histórico ajustado a maravillas para revalorizar el Cuzco y el Imperio Incaico. Lee las antiguas crónicas de Castilla que le darán aliento castizo de historiador, las curiosidades de Pero Mexía donde aprenderá amenidad y las epístolas del Padre Guevara que escondían los nuevos secretos y elegancias del idioma»6. Margarit cita constantemente obras de Plutarco, Suetonio y Salustio, pero es Livio quien se imbrica en la forma y en el fondo. Fue la primera vez que los negros formaron una fuerza militar autónoma. Ante los muros de la derruida ciudad, los héroes troyanos buscaron un espacio hospitalario bajo el sol. Los documentos históricos, apenas conducen hasta el año 1880. Aunque la leyenda de Eneas difiere de la leyenda de Manco Capac y Mama Ocllo, fundadores del Cuzco, ambos proceden de la matriz mítica arquetípica de los héroes fundadores. Advirtamos cómo Tito Livio acoge distintas versiones sobre la llegada de Eneas a la tierra del rey Latino: «Una vez en estas playas, los troyanos, a quienes tan larga navegación por estos mares, por los que habían vagado durante años, solamente les había dejado armas y naves, se desparramaron por las campiñas en busca de botín, cuando el rey Latino y los aborígenes, que ocupaban entonces la comarca, acudieron en son de guerra desde la ciudad y parajes inmediatos, para rechazar la agresión de aquellos extranjeros. Antes de la llegada de los españoles, los pueblos nativos del Perú ya habían desarrollado la danza. En buena cuenta, el Renacimiento, con el entorno a los orígenes greco-latinos, preparó la forja de la conciencia del origen unitario del hombre y sus producciones sociales, de la que es tributario el Inca. Después de la espantosa hecatombe de la guerra entre aqueos y troyanos, la leyenda se suaviza y pacifica. La historia narrativa llega al máximo esplendor en los capítulos dedicados a la guerra civil encabezada por Gonzalo Pizarra y Francisco de Carbajal. Esta página se editó por última vez el 27 nov 2020 a las 02:27. Y dichas sus cosas habremos dicho las de todos ellos»38. Botas de Potro de medio pie o cerradas. La huella de Tito Livio en el Inca Garcilaso de la Vega. Los soldados de Hernández Girón, refiere Garcilaso, le sugerían que también consultase a agoreros indígenas, expertos en descubrir el origen de hechos triviales, como si el zumbido del oído derecho era porque hablaban bien de la persona que lo sentía, y si se hablaba mal en los casos en que los zumbidos se percibían en el oído izquierdo57. Desde Cataluña se difunde una sucesión de traducciones que conocieron historiadores como el catalán Antonio Cañáis, Fernando Valenti, Álvaro García de Santa María, de origen converso, el Marqués de Santillana y Rodrigo de Pimentel, conde Benavente, entre otros19. Y dentro de las variantes de héroes fundadores, ambos son lo que la antropología moderna llama, héroes culturales. Solamente Garcilaso habla de decuriones, que es vocablo latino submúltiplo de los centuriones del Imperio Romano. De mi parte he hecho lo que he podido, no habiendo podido lo que he deseado. «Para principio y fundamento de su gobierno -testimonia Garcilaso- inventaron los Incas una ley, con la cual les pareció prevenir y atajar los males que en sus gobiernos pudiesen nacer. ¿Podían ser bárbaros los hombres que poseían el concepto de un sólo Dios y que abominaban, además, idolatrías y sacrificios humanos? Entre las reformas introducidas en Roma por Servio estaba la división de la ciudad en cuatro barrios, formados por las cuatro colinas habitadas entonces. Se doctoró en la universidad de Bolonia y durante su estancia romana se emprendieron vastas traducciones de historiadores y geógrafos griegos. Las tres versiones que recoge el Inca sobre el origen del Cuzco poseen una matriz religiosa o mágica, como la de Roma. Tito Livio puntualiza la expansión de Roma tanto como un proceso de crecimiento urbano, de conurbación forjado por las armas, cuanto como la consecuencia de una tarea de proselitismo religioso, que representa el paso de la barbarie a la civilización. Y por ser ajeno de astucias, maldades y engaños, dicen los autores que fue de corto entendimiento. Se ha investigado la biblioteca del Inca en su casona de Córdoba, como una guía de su ilustración renacentista. Garcilaso cumple en el plano religioso la primera prueba de que el Imperio Incaico constituía una entidad espiritual centralizada, un universo religioso sólidamente estructurado con ritos, liturgia, sacramentos, eclesiásticos y la concepción monoteísta semejante a la de otros grandes imperios de la tierra. Esta danza fue bailada principalmente en Argentina, aunque también su práctica se expandió a Uruguay. A Tiberino siguió su hijo Agripa, y a éste Romulo Silvio»33. El verdadero historiador, el docto, el que cultiva uno de los géneros literarios, más nobles y elevados, es aquél que funde su obra y le da forma en los crisoles y moldes greco-latinos. El Inca Garcilaso, cual hombre del Renacimiento, recibió la formidable herencia intelectual de la antigüedad greco-latina, y asimiló el modelo de historia total de Tito Livio, idóneo a los fines de reconstrucción historicista del imperio subvalorizado o desfigurado por sus precursores y coetáneos. Después de sus reclamos frustrados ante el Consejo de Indias para recuperar retribuciones monetarias y tierras de su padre, el Capitán Garcilaso de la Vega, y de paso limpiar la versión de infidelidad a la Corona sostenida por Diego Fernández El Palentino, el Inca participa en la guerra de las Alpujarras a órdenes de Juan de Austria. Preguntólo de qué nación eran, de dónde venían, qué revés de fortuna les había desterrado de su país y qué propósito les traía a los campos laurentinos. Pudorosamente atenúa el énfasis absolutista de sus apreciaciones y condesciende a dejar en libertad a sus lectores para que juzguen, subjetivamente, el decurso de la historia: «El que las leyere podrá cotejarlas a su gusto, que muchas hallará semejantes a las antiguas, así de la Santa Escritura como de las profanas y fábulas de la gentilidad antigua. Francisco López de Gomara, a quien el Inca rectifica y reprueba a lo largo de su obra, sostuvo que los antiguos peruanos «son mentirosos, ladrones, crueles, sodomíticos, ingratos, sin honra, sin vergüenza, sin caridad ni virtud»22. Fundó éste algunas colonias, éstos fueron los antiguos latinos, y desde aquel tiempo quedó el nombre de Silvio como apelativo de todos los reyes que reinaron en Alba. La herencia de su tío Alonso de Vargas cancela sus penurias materiales y le permite concentrarse en lo que, con cierta tardanza, descubre como la justificación de su vida: eliminar los claroscuros de historiadores españoles que ensombrecen la verdad sobre sus abuelos indios. La huella en cuarta es de idéntica coreografía que la que se baila en primera colocación, y posee la misma cantidad de compases, con diferencia en su categorización ya que es una danza de parejas interdependientes, perteneciendo a la 3.ª generación de danzas. El Inca frecuentó la amistad del renacentista español Ambrosio de Morales, quien acusa oblicuamente la presencia casi hegemónica de Tito Livio y otros historiadores romanos al protestar que, en las historias locales, más se trataba a Roma que a la propia España. De otro lado, la multiplicación de viajes por el globo terráqueo y el descubrimiento de América, que fue como el encuentro de la Atlántida, es decir el espacio de la Utopía, reveló la esfericidad y finitud del universo. Como Ayala, fue diplomático, embajador y canciller bajo los reinos de Alfonso V y Juan II de Aragón y cardenal en Roma en 1483. Dicen unos que, después de ser derrotado, ajustó Latino y se alió con Eneas. En el cuerpo de su obra histórica, el inca cita, como ha anotado Aurelio Miro Quesada, historiadores españoles como Alfonso el Sabio y su Crónica General, a Fernando el Santo, Enrique II y Juan II. Asimismo, asevera, que «sacrifican hombres, niños, ovejas, aves y animales salvajes y silvestres que ofrecen los cazadores. La presencia de Tito Livio, por cierto, no se circunscribe a estos historiadores españoles. Por esto, hoy por hoy solo se baila en espectáculos folklóricos. #huamachucoperu_ig #huamachuco. Lindo hombre de a caballo, de ambas sillas; diestro arcabucero y ballestero, con un arco de bodoques pintaba lo que quería en la pared. «En el discurso de la historia -apunta el Inca en el proemio al lector de los "Comentarios Reales"- protestamos la verdad de las que ésta, y que no diremos cosa grande que no sea autorizándola con los mismos historiadores españoles que la tocaron en parte o en todo; que mi intención no es contradecirles, sino servirles de comento y glosa y de intérprete en muchos vocablos indios que, como extranjeros en aquella lengua, interpretaron fuera de la propiedad de ella, según que largamente se verá en el discurso de la historia...»10. A más de cuatrocientos años de su nacimiento, hoy refulge vivo, límpido, deslumbrante, como el oro que labraron las manos de sus abuelos. La simple tradición oral puede alcanzar la década anterior y aún más. si se trata ciertamente de Ascanio o de algún otro niño nacido en Creusa antes de la destrucción de Troya y que acompañó a su padre en la huída... éste Ascanio, pues, cualquiera que fuese su nombre y el lugar de su nacimiento...»34. Así como Tito Livio describe la fundación de Roma como una ceremonia revestida de profunda sacralidad, del mismo modo el Inca pormenoriza la fundación del Cuzco como el cumplimiento de una misión encomendado por los dioses: «La primera parada que en este valle hicieron -dijo el Inca- fue en el cerro llamado Huanacauri, al mediodía de esta ciudad. De manera que había decurias de a diez, de a cincuenta, de a ciento, de a quinientos, de a mil, con sus decuriones o cabos de escuadra subordinados unos a otros, de menores a mayores, hasta el último y más principal decurión que llamamos general»45. Eneas vino a ser huésped de Latino y éste, en su palacio, ante el altar de sus dioses penates, le dio a su hija por esposa, para estrechar con lazos domésticos la unión de los dos pueblos... constituyeron, pues, una ciudad y Eneas, del nombre de su esposa, la llamó Lavinia. Subyace, verbigratia, en la concepción general de la historia como vitae magistram, cual la concibió el romano ceñido a Cicerón. Mas no es un transcriptor neutro de textos ajenos: los revisa, los deshuesa, concuerda o polemiza con versiones distintas a la suya u opiniones antagónicas a la que sustenta como republicano apasionado, que fue, como contemporáneo del período febricitante del triunvirato de Julio César. Para Garcilaso, el magisterio de la historia empieza por la dilucidación de su propia verdad y ésta no se establece por el predominio de una versión unilateral, errónea y dogmática, sino por la comparación, cotejo y depuración del entrecruzamiento de diversas historias sobre el mismo tópico, con criterio unitario. Antenor penetró a los confines del Mar Adriático, expulsó a los eugeneos y los henetos, y se estableció entre el mar y los Alpes. Chaleco de bayeta o paño de colores marrones, rojo, verde o azul. Incluso pasando las fronteras hacia Bolivia y Chile, también se han recogido numerosas versiones de su música y de su coreografía en diversas regiones del país. En el capítulo XXI del libro primero de los Comentarios Reales, sobre Protestación del autor sobre la historia, el Inca prosigue el desarrollo de su teoría histórica: «Y porque todos los hechos de este primer Inca son principios y fundamento de la historia que hemos de escribir, nos valdrá mucho decirles que aquí a lo menos los más importantes, porque no los repitamos adelante en la vida y hechos de cada uno de los Incas, sus descendientes, porque todos ellos generalmente, así los Reyes como los no reyes, se preciaron en imitar en todo y por todo la condición de este primer príncipe Manco Cápac. Multiplícanse, por aquí, por allá, las semejanzas entre el método histórico de Tito Livio y el método del Inca Garcilaso. La primera y segunda parte de la Historia General del Perú, concentrada a la llegada de los españoles al reino del Perú, a los principales episodios de la conquista y derrota, prisión y muerte de Atahuallpa, y la larga serie de guerras civiles entre hispanos, forman un admirable repositorio de fábulas y sabrosas anécdotas. En la segunda parte de la Historia General se habla del soldado Pedro Maldonado, según Garcilaso, «el hombre más alto y más corpulento que yo he visto allá y acá»56. La huella declinó en provincias a principios del siglo XX. Cumplida esta primera etapa de armas y litigios en defensa de la honra de su padre hispano, el Inca emprendió en la segunda etapa de su residencia en España la reivindicación de la memoria de la nación de su madre. Faltaría espigar en la obra de Morales la influencia de Livio para determinar si la huella en el Inca se filtra a través de ella; o, en otra hipótesis, por conocimiento directo del cuzqueño bajo la atmósfera renacentista de la intelectualidad andaluza. De estas tres ramas o corrientes, no adquirirán en España gran desarrollo más que las dos primeras, la humanista, en la que destacan al principio dos italianos asentados en la Península, Lucio Marineo Sículo y Pedro Mártir de Anghierra, pretende dar la pauta. Igualmente menciona escritores no españoles como Plutarco, las Relaciones Universales de Giovanni Botero, Orlando de Ariosto, la historia de Francesco Guicciardini y Los seis Libros de la República del francés Jean Bodin8. Oracio Y Danza Del Inca: B1: Danza De Las Vestales: B2: Danza Del Willac-Uma : B3: Danza De Las Doncellas Honderas: B4: Ofrenda De La Virgen Selvatica: B5: Danza De Los Flecheros: B6: Himno Del Crespusculo: B7: Kachwa: Notes green Virrey label with black text, red semi circle on left side on centre-hole Reviews Add Review [r5808168] Release. Quizás es más nítido el soporte humanístico en el Paralipomenón del historiador catalán Joan Margarit, nacido en Gerona en 1421, muerto en Roma en 1484, conocido como El Gerundense. Americano. Pero el hombre, de rey a paje, de Inca a yanacona, era execrado vilmente. Lo que dice el Inca es que no es posible comparar integralmente dos realidades humanas y sociales, buscando que sean iguales. Enagua y calzones blancos. Al discreto lector suplico reciba mi ánimo, que es de darle gusto y contento, aunque las fuerzas ni la habilidad de un indio nacido entre los indios y criado entre armas y caballos no puedan llegar allá»40. Historia total, digo, porque Livio organiza su método histórico por acumulación de otros modelos o submodelos, ensamblando diversas técnicas en un orden central. Hasta la aparición de los Comentarios reales, la visión del Incario de los cronistas españoles era poco menos que la descripción de un territorio nimbado por sus riquezas auríferas y argentíferas y su escenario geográfico áspero y bravío y su fauna exótica. Igualmente Garcilaso menciona que el Imperio Incaico estaba dividido en cuatro partes, que llamaron Tahuantisuyu, que quiere decir las cuatro partes del mundo. Fueron estos pueblos de tres naciones de diferentes apellidos, a saber: Masca, Chillqui, Papri. Usó el latín con la propiedad que le concedían, por añadidura, sus títulos eclesiásticos de clérigo, cardenal y obispo de Gerona. Se partía de un punto y alejándose, alejándose en los océanos incógnitos, se retornaba al mismo punto. Mario Castro Arenas. A fines del s. XIX el movimiento guitarrístico culto porteño difundió una versión instrumental; el circo adoptó otra en una obra gauchesca. Ventura Lynch, que escribió hacia 1881, la obra que publicó parcialmente en 1883, dedica un párrafo a la huella. La estrofa siguiente, tomada en Entre Ríos contiene expresiones corrientes en la época de las últimas batallas de la Independencia (1824) y esa podría ser la más antigua fecha de la danza, si nuevos datos lo confirmaran. Que se las das a un libre Asimismo acoge otra versión que relata que, al principio del mundo, salieron por unas ventanas de unas peñas, en un lugar llamado Pucartambo, cuatro hombres y cuatro mujeres, todos hermanos35. Los tramos o ideas coreográficas de ésta danza son diez. Coreografía en 1.ª colocación (según Andrés Beltrame), Atuendo de los bailarines (según Héctor Aricó), Huella Hoy (tomando desde 1950 hasta la fecha), Historia de la música folclórica de Argentina, https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Huella_(danza)&oldid=131252269, Formas musicales del folclore de Argentina, Licencia Creative Commons Atribución Compartir Igual 3.0, Giro de la mujer tomados mano derecha, 4 compases, Zapateo y zarandeo (ídem figura 5), 4 compases, Contragiro de la mujer tomados mano izq, 4 compases, Media contravuelta al encuentro, 8 compases, Documentos extraídos de la Biblioteca Nacional y Popular Mariano Moreno. Espuelas. Cuando los muros de Troya se diluyeron en el horizonte, Eneas partió, primero, a Macedonia, luego a Sicilia, hasta que, finalmente, sus fatigadas huestes se desparramaron por los territorios del rey Latino. Este reglamento imponía a cada cual la obligación de contribuir a las necesidades del Estado, así en paz como en guerra, no por tasas individuales y comunes como antes, sino en proporción a sus rentas. El relato de Tito Livio todavía recoge el eco de La Ilíada y La Odisea. Verbigratia, éste estructura el desfile de los monarcas incaicos, sus semblanzas biográficas, el recuento de sus hazañas militares, los avances en la extensión del Imperio, o sus desfallecimientos y cobardías, presentándolos como seres humanos con flaquezas y elocuencias, y no como ídolos de oro o estatuas de mármol. Sin embargo, la historia de la humanidad tiene en la matriz el mismo origen; por ende, los mismos o muy semejantes mitos de fundación. El temprano talento organizativo de los romanos es magnificado por Tito Livio al recordar que «la posteridad atribuye a Servio la gloria de haber introducido en el Estado el orden que distingue las categorías, las fortunas y dignidades, estableciendo el Censo, institución provechosísima para un pueblo destinado a tanta grandeza. Hasta el moderado Padre José Acosta insistió: «Y en el Cuzco, que era la corte y metrópoli, se le sacrificaban también niños». Al poniente de la ciudad en espacio de ocho leguas de largo y nueve o diez, de ancho, mandó poblar treinta pueblos que se derraman a una mano y otra del camino real de Cunsisuyu. Entre sus libros de horas estaban Dante, Petrarca, Bocaccio, Ariosto, Tasso, Castiglione, Aretino, Bembo, Caro, corroborando su conocimiento del italiano, puesto ya de manifiesto en su traducción impecable del toscano al castellano de los Diálogos de amor de León El Hebreo o Abarbanel de Napóles7. ¿Conoció el Inca la Historia Romana de Tito Livio? Alcanzó a conocer Los Orígenes de Catón. Zapatos de taco bajo. Rememora Garcilaso la profecía contada a Huayna Cápac de «la llegada de gentes nunca vistas ni imaginadas que quitarían a sus hijos el Imperio, trocarían su república y destruirían sus idolatrías»53. Asimismo, en lo atinente a semblanzas o medallones de capitanes españoles Garcilaso compite con Gomara en las excelencias estilísticas. Esse testem temporum, vitae magistram, vitam memoriae, veritatis lucem et vetustatis numtiam. Lo importante es cumplir la máxima de su maestro Marco Tulio Cicerón en el libro II De Oratore: «Esse testem temporum, vitae magistram, vitam memoriae, veritatis lucem et vetustatis numtiam». De esa simbiosis de regreso al pasado y proyección al futuro, de conservatismo y audacia, nace la conciencia moderna de Occidente. Edit Release New Submission . Sigue en ello el ejemplo de Tito Livio, quien, como sabido es, reunió anales tradicionales, leyendas antiguas sobre el origen de Roma y los romanos, anécdotas sobre caudillos y magistrados, y aún historias fantásticas, mitos, fábulas, etc. Fuera éste o algún otro historiador, el hecho es que el Inca reparó en el abismo entre su propósito reivindicacionista y polémico y las magras posibilidades intelectuales de alcanzarlo. Cinco decurias de asiento estaban sujetas a otro capitán decurión, que cuidaba de los quinientos. De riquezas ganadas por su persona, podemos decir que fue señor de todo el Perú, pues lo poseyó y gobernó algún espacio de tiempo con tanta justicia y rectitud, que el Presidente lo alabó, como atrás se ha dicho. Entonces dijo el Inca a su hermana y mujer: "En este valle manda Nuestro Padre el Sol que paremos y hagamos nuestro asiento y morada para cumplir su voluntad. Es igual a la coreografía que se baila en primera colocación solo que las figuras 1; 3 y 9 se realizan en cuarto. En otro aspecto embarazoso como el de la idolatría, para definir el grado de civilización o barbarie alcanzado por los Incas, Garcilaso se mueve con sutileza para concordar con algunos cronistas como Cieza o para despejar errores de otros. En una u otra medida, cada uno de estos historiadores españoles recibió la rica herencia latina de Tito Livio, Suetonio y Plutarco. Al leer probablemente estas páginas de Livio, Garcilaso advirtió que si la clave de la grandeza de Roma era un orden basado en la estadística censal, vale decir en la distribución armoniosa de hombres y recursos al servicio de la paz y la guerra, el Imperio Incaico tenía los mismos atributos organizativos como para reclamar primacía en el concierto de las grandes naciones o civilizaciones del orbe. Un video de Cuenca Car Share, en donde usted tendrá una idea de que usted podrá disfrutar en Ecuador cuando se decide a explorar. Calzoncillo de puño, angosto y de color blanco puesto adentro de la bota, chiripá liso, pampa o listado. Además el compositor Julián Aguirre incorporó la danza a su repertorio. Refiere Garcilaso las hazañas de don Pedro de Alvarado en el reino de México, a manera de preludio de hazañas futuras en el Perú. Se caracteriza por ser picaresca por sus giros y zapateos, señorial por el leve contacto de las manos, aparecida durante la etapa de las guerras civiles. Hernández Girón fue aficionado al asesoramiento de astrólogos y hechiceros, destacando entre ellos una mujer morisca. Pueden existir, y de hecho existen, variantes importantes, de la misma realidad. Capitán general de la compañía fue un tal Maese Juan. Gesto hidalgo y valeroso del hijo para desvanecer las sombras sobre la lealtad del padre2. López de Ayala se queja que Livio estaba poco menos que bloqueado «en latín por vocablos ignotos et oscuros... yazía escondido et nunca jamas fue traydo nin leydo en los vuestros Regnos»14. Y éstos y los que antes se habían huído, todos decían al General y a sus ministros que no saliesen a pelear, sino que se estuviesen quedos, que muy presto se pasarían todos los de Pizarro y se quedarían solos»58. Es una danza picaresca que presenta episodios de galantería mesurada. Al no enlazarse los bailarines, es danza de parejas sueltas y como la pareja no evoluciona en armonía con las otras parejas (es una danza independiente), a excepción de la que se baila en cuarteto que es interdependiente, los movimientos son suaves y armoniosos, incluidos los del zapateo. Tate ha perseverado en la búsqueda de fuentes del autor romano, detectándolo, por ejemplo, en Juan de Aragón, quien, en 1370, trabajó con una traducción en siciliano. Presumiblemente, esa misión de escribir la verdadera historia del Imperio de los Incas brotó en su espíritu al leer la primera y desfavorable historia de autor hispano. Empero, el Imperio Incaico no brotó ex nihilo. Por su lado, siguiendo en algo al jesuita historiador y etnólogo, el Inca habla, en la segunda parte de los Comentarios, que los antiguos peruanos rastrearon al verdadero Dios Nuestro Señor. En el primer libro de los Comentarios Reales, por ejemplo, trata de la idolatría y los dioses que adoraban antes de los Incas, de fábulas historiales del origen de los Incas, la idolatría de la Segunda Edad y su origen, cómo rastrearon los Incas el verdadero Dios Nuestro Señor, cómo tenían los Incas una cruz en un lugar sagrado. En seguida formó las diferentes ciases ele ciudades y las centurias, así como también aquel orden, fundado sobre el Censo mismo y que tan admirables fue, tanto en la paz como en la guerra»44. Empero, «muchos pedazos se remedan», dado que son la parte de un todo, en otras palabras, una específica civilización -la parte- en la trama integral de la humanidad -el todo. Entre los hechos fantásticos que pronostican el desastre del Imperio Incaico, Garcilaso describe cómo le contaron a Atahuallpa que, entre las señales del cielo, estaba un cometa gigantesco de color verdinegro, grueso como el cuerpo de un hombre y más larga que una pica, similar al que apareció poco antes de la muerte de su padre Huayna Cápac. Quizás fue la de Francisco López de Gomara4. Busca maestros como Pedro Sánchez de Herrera y otros frailes humanistas y se embebe en la lectura de libros españoles e italianos. Para lo cual mandaron que en todos los pueblos grandes o chicos de su Imperio se registrasen los vecinos por decurias de diez en diez, y que uno de ellos, que nombraban por decurión, tuviese cargo de los nueve. Frente a estas imágenes de un canibalismo primitivo y feroz o de una antropofagia ritual de carácter religioso, como insinúa Cieza de León, el Inca las rebate con elegancia, aunque con agudo ánimo polémico. Camisa blanca de algodón o hilo. A esta le sigue la de Juan Alais (1888), la de Sagreras en 1897, etc. Dos compañías de a quinientos reconocían un general, que tenía dominio sobre los mil; y no pasaban las decurias de mil vecinos, porque decían que para que uno diese buena cuenta bastaba encomendarle mil hombres.