Nuevamente esta declaración terminó en un desencuentro entre autoridades municipales y estatales con las federales. El 20 de enero de 2011, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) recibió del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) el oficio SESNSP/DGAJ/0123/2011, en el que los municipios de Torreón, Monclova y Acuña denunciaban que el gobierno estatal no les había suministrado los recursos enviados por la Federación para reforzar y aplicar programas de seguridad pública. Un grupo de sicarios lo esperó a la salida del estadio para acribillarlo. Las horas y días posteriores a la balacera —transmitida por televisión, internet y las redes sociales a muchos países— se convirtieron también en las de un enfrentamiento entre el gobierno federal, los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y los demás representados en la Cámara de Diputados: de entrada, lo que pudo haber sido una tragedia de enormes dimensiones se convirtió en un filón político que permitió denunciar el manejo oscuro del Subsidio para la Seguridad Pública de los Municipios (Subsemun) por parte del ex gobernador Humberto Moreira, hoy presidente del PRI. Este sitio y el texto de Emilio Pons, así como innumerables fuentes periodísticas y documentales de Colombia, indican que el hecho violento más notorio en relación con el futbol fue el asesinato, el 15 de noviembre de 1989, del árbitro Álvaro Ortega, quien dirigió el encuentro entre el Deportivo Independiente Medellín y el América de Cali. En los años de esa década dorada, “varios equipos colombianos (Atlético Nacional, América de Cali, Millonarios, Junior, Independiente de Medellín) pasaron, además, a estar entre los más potentes de la zona. Pero la gente se mueve en todas direcciones, unos corriendo, otros con paso vacilante, buscando con la mirada el origen de los disparos. El silbante tuvo un partido muy complicado y anuló un gol que derrumbó las ganancias de esa noche. Pons escribe que “en 1985 comenzó lo que se conoció como ‘El Proceso’: el paso del fútbol cafetero hacia una ‘década dorada’. El asesinato obligó al gobierno del entonces presidente Virgilio Barco a suspender el torneo colombiano de futbol ante la falta de garantías para que los aficionados asistieran sin problemas a los estadios de la Primera División. Alrededor de las 16:00 horas del jueves 25 de agosto se registró un ataque de la delincuencia organizada contra el Casino Royale, ubicado entre las calles San Jerónimo y Gonzalitos en Monterrey, con un saldo, al cierre de esta edición, superior a los 51 muertos y varios lesionados, luego de que muchas víctimas quedaron atrapadas en el inmueble. En las horas siguientes, las versiones dadas a conocer desde la Ciudad de México por el subsecretario de Gobernación, Juan Marcos Gutiérrez, aseguraban que el objetivo del ataque había sido el teniente Adelaido Flores Díaz, director de Seguridad Pública Municipal. El dato fue recordado por varios medios de comunicación el 23 de agosto pasado, tras la balacera a las afueras del estadio TSM. “¡Es increíble, somos rehenes de la delincuencia en nuestro país!”, va diciendo uno de los comentaristas deportivos de Televisión Azteca mientras sus cámaras hacen acercamientos, peinan de izquierda a derecha, suben y bajan entre las gradas y regresan a una cancha sobre la que corren hacia los vestidores cientos de aficionados. ¿Pa’dónde van? Balacera en el estadio TSM (Territorio Santos Modelo) de la ciudad de Torreón, video de wowsabrosa2. ¿Qué es el shock hipovolémico que causó la muerte de Magda Rodriguez? Se comunicó con los gobiernos estatal de Coahuila y municipal de Torreón para cuidar a la ciudadanía. Elementos del Ejército, bomberos y de la Agencia Estatal de Investigaciones y de Protección Civil de Monterrey y San Pedro acordonaron el lugar mientras los paramédicos atendían a los lesionados. Los hechos tuvieron lugar en la vialidad Torreón-San Pedro de las Colonias, mientras se desarrollaba el partido en el interior del recinto lagunero sin que ningún civil resultara lesionado, informó la Policía Federal anoche. La reacción de los cárteles colombianos, que en esos años ochenta tenían en el futbol una veta interminable para lavar sus ganancias ilegales, no se hizo esperar. “¿¡En dónde está la maldita seguridad! El lunes 22 de agosto, un mensaje anónimo enviado a MVS Noticias aseguraba que el ataque iba dirigido contra Papá Pitufo, como se conoce en el medio policiaco al teniente Flores Díaz. No acaban de sonar los balazos y su eco ya acompaña los siguientes tiros, las ráfagas de fusil a las puertas del estadio de futbol Territorio Santos Modelo (TSM). ¡Oye nada más! Las personas que se encontraban en el casino afirmaron que la puerta de emergencia estaba atrancada, por lo que los muros tuvieron que ser derrumbados para ser rescatados. Explicaron que la reunión con Alcántara Soria fue para pedir explicaciones sobre los recortes en el rubro de seguridad y para plantearle que no recibirían el dinero si no se les explicaba por qué se redujeron los montos asignados de 47 a 30 millones. Los tres órdenes de gobierno actuarán contra los criminales. El tiroteo va y viene sobre la avenida Francisco I. Madero, en la carretera Torreón-San Pedro, frente a la entrada principal del estadio. La selección se clasificó para tres Mundiales consecutivos y llegó a semifinales en cuatro de los siguientes cinco certámenes de la Copa América. Buscábamos a Papá Pitufo, que estaba llegando al estadio en su coche”, decía el mensaje de correo electrónico. En 1994, Andrés Escobar, defensa de la selección colombiana, fue asesinado en un bar durante una discusión nunca aclarada —incidente que recuerda el ataque en México contra el futbolista del club América Salvador Cabañas. Tirados en el piso, resguardados detrás de un carrito y una hielera con cervezas, un par de jóvenes y un adulto resumen en la toma de video uno de los “daños colaterales” que la guerra contra el narco no había dejado hasta ahora en el país: un ataque de sicarios en pleno día, a la entrada de un estadio de futbol casi lleno, con cupo para 20 mil personas. En 2009, dos balaceras que ocurrieron con un mes de diferencia (abril y mayo) dejaron siete muertos y nueve heridos graves como consecuencia del pleito entre pandillas presuntamente ligadas al narcotráfico. Esto convierte a Torreón en un “verdadero campo de batalla”, indicaba, al hablar sobre el móvil de la balacera registrada. La Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) emitió a su vez un comunicado refutando lo dicho por la Secretaría de Gobernación, señalando que el teniente Flores Díaz (quien sustituyó el 15 de marzo de este año en el cargo al general Carlo Bibiano Villa Castillo, actual secretario de Seguridad Pública en Cancún, Quintana Roo) se encontraba en el cuarto piso del estadio, en el palco que habitualmente ocupa durante los partidos del Santos. El presidente Felipe Calderón, a través de Twitter, calificó el hecho como “aberrante acto de terror y de barbarie”. Horas antes del partido, el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, anunciaba su intención de solicitarle al presidente Felipe Calderón una reunión urgente para revisar el tema del reforzamiento de la seguridad en su estado, convertido desde hace un par de años en base de operaciones de Los Zetas y de células del cártel del Golfo. En el documento, emitido desde Los Pinos, se aclaró que la balacera tuvo lugar afuera del estadio y no dentro de él como se pensó en un principio y que “ningún aficionado fue herido”. Marshal, ‘Gio’ se lleva un susto previo al América-Chivas, Semáforo para iniciar diciembre: solo dos estados en rojo, Trump emprende batalla por el Senado; hace campaña en Georgia, Tiroteo en centro comercial de California deja un muerto, ¿Sabes qué es un gambito de dama? Balacera en el estadio de Torreón Publicado en Artículos de Interés “¿En dónde está la maldita seguridad?” Temor, confusión y contradicciones de las autoridades, además de revelaciones sobre la precaria seguridad pública en Coahuila, resultaron de los disparos durante un partido de futbol. Al hacer click en enviar quedaras regitrad@ a nuestro boletín el cual podrás cancelar en cualquier momento;no olvides revisar tu carpeta de spam. ¡Acá, tranquilos…tranquilos!”, grita un hombre, mientras sostiene un teléfono celular con el que graba la escena desde el piso, junto a la entrada del estadio. La Secretaría de Gobernación se negó a dar su postura sobre el tiroteo ocurrida ayer afuera del estadio de Torreón, no obstante que Los Pinos afirmó que “a través de la Secretaría de Gobernación estableció contacto con las autoridades de Coahuila, para determinar los cauces de cooperación”. El 24 de agosto, los alcaldes de Torreón, Monclova y Acuña, los mismos que en enero de este año denunciaron no haber recibido dinero del Subsemun, rechazaban por separado lo dicho por Juan Miguel Alcántara Soria, secretario ejecutivo del SNSP, y afirmaron que nunca les fue negado el recurso por parte del ex gobernador Moreira. Ese fue el momento que quedó marcado en la memoria de México, el instante en que una balacera fuera del estadio Territorio Santos Modelo paró un partido del futbol mexicano. Aquí te explicamos la jugada, Revelan causas de la muerte de Magda Rodríguez. Las primeras versiones aseguraban que a las afueras del estadio había un retén militar y que un convoy de tres camionetas de sicarios intentó burlarlo disparando contra los soldados y contra un grupo de policías. El sitio Pablo Escobar-Archivos Periodísticos (http://pabloescobargaviria.info/) contiene decenas de notas, artículos, reportajes, entrevistas, fotos y material diverso sobre la vida del extinto jefe del cártel de Medellín. En su investigación “Futbol, narcotráfico y violencia en Colombia”, publicado en El Espectador, el periodista Emilio Pons Guia señala que hasta antes del apogeo del cárteles de Cali y Medellín, el Deportivo Cali fue el único en toda la historia del balompié de ese país en disputar una final de la Copa Libertadores, y que el ascenso y poderío de los cárteles se vio reflejado en el futbol de Colombia. Temor, confusión y contradicciones de las autoridades, además de revelaciones sobre la precaria seguridad pública en Coahuila, resultaron de los disparos durante un partido de futbol. Una de las primeras versiones indica que un comando ingresó a las instalaciones y roció gasolina en paredes, muebles y mesas de juego, y provocó un incendio generalizado. Al menos cuatro camionetas blindadas del Ejército con metralletas HK-21 montadas en sus techos hicieron rondines todo el tiempo en las inmediaciones del estadio Tecnológico. Un total de 500 elementos resguardaron la seguridad del estadio, que registró una pobre entrada. Entre la edición de la Copa Libertadores de ese año y la de 1996 hubo siempre un representante colombiano entre los tres mejores equipos del subcontinente. El dato fue rechazado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), al aegurar que “en dicho evento no participó personal militar” y reiterar que “en cuanto se tuvo conocimiento del suceso, las tropas jurisdiccionadas a la XI Región Militar efectuaron reconocimientos terrestres en el área del incidente en apoyo a las autoridades civiles locales”. Mientras los enredos entre los gobiernos priista de Torreón y el federal panista continuaban, la directiva del equipo Rayados de Monterrey solicitaba, por primera vez en la historia del futbol mexicano, que el partido a jugarse en Monterrey la noche del martes 23 contra el Seattle Sounders, de la Major League Soccer estadunidense, estuviera resguardado por elementos del Ejército Mexicano junto con efectivos de otras corporaciones. A pesar del ataque frente al estadio en Torreón, no hay más indicios de que en México estas ligas entre narcotráfico y futbol ocurran... todavía. “No es contra la gente, contra el estadio o contra los aficionados. En los últimos años el futbol colombiano de Segunda División y el amateur han sido afectados por asesinatos de jugadores y asistentes a encuentros en los que bandas rivales de delincuentes se enfrentan con armas de fuego. El representante de los casinos, Félix Coronado, dijo que se reunirá con los propietarios de los centros de apuestas para analizar las medidas de seguridad. Por separado, la SS P subrayó que ningún civil resultó lesionado en los hechos y que la Policía Federal, en coordinación con la municipal, desplegó un operativo de seguridad. Videgaray, sin injerencia en recursos de Sedatu y Sedesol, Así luce ahora 'Maradonio', el tierno hijo de 'Excelsa'', Hallan cuerpo de estadunidense, era buscada por U.S. Cálculos periodísticos señalan que Humberto Moreira dejó una deuda de más de 30 mil millones de pesos en la entidad, y destaca el abandono y el subejercicio en materia de seguridad para varios municipios no priistas, según lo denunció en tribuna el cuatro de enero de este año el diputado federal panista Carlos Ulises Orta Canales. Y no es ningún secreto que las relaciones del futbol con el narcotráfico contribuyeron fuertemente a ello”, añade Pons. En un comunicado desaprobó el ataque que provocó el miedo entre la afición que acudió a ver el partido Santos-Monarcas. Uno de los textos hace referencia a los tiempos en que el narcotráfico colombiano controlaba el futbol de ese país. Más que un cambio, un auténtica metamorfosis”. En un comunicado desaprobó el ataque que provocó el miedo entre la afición que acudió a ver el partido Santos-Monarcas. [Mota - Chincoya - Martínez - Mayorga - Galindo]Dirección General: criminalisticamx@live.com.mx, Principio de la Compensación Psicopatológica, Perfilacion criminal en un caso de asesinato, Introducción a la Criminalística de Campo y de Laboratorio. Aficionados intentan guarecerse de los proyectiles disparados en las afueras del estadio de Torreón. En enero de 1990, varios sicarios que viajaban en motocicleta interceptaron el automóvil del presidente del club Millonarios de Bogotá, Francisco Feoli Bonilla, quien libró el ataque. Cuatro días después de que fuera suspendida la liga colombiana un grupo de sicarios se presentó en un partido de futbol de la Segunda División colombiana y golpeó a dos árbitros con piedras, palos y tubos. Presidencia condena la balacera en el estadio de Torreón El gobierno federal confirmó, a través de un comunicado, que en el tiroteo fue herido un policía municipal de Torreón Este asunto corresponde ventilarse a nivel estrictamente local, porque es del fuero común”, destacó un vocero de Gobernación. “Esta dependencia no comentará sobre el particular. La ley de derechos de autor prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Excélsior sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.